¡Me voy de vacaciones!

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¡Me voy de vacaciones!

– ¡Me voy de vacaciones!
– ¿A sí? ¿A dónde?
– A Granada. Me hace mucha ilusión. una ciudad cargada de historia y de gastronomía
– Sí. Es muy bonita. ¿Y cuando te vas?
– En Julio.
– ¡Pero si quedan todavía cinco meses! ¿Lo planificas con tanto tiempo?
– Bueno. Tengo reservado el alojamiento, el viaje y las entradas de la Alhambra, que si no las pillas con tiempo no la ves. El resto ya lo iré gestionando cuando esté por allí…

Esto suele ser algo habitual cada vez que gestionamos nuestras vacaciones. Sí. Ya sé. Hay gente muy organizada que va preparando la agenda con antelación y tiene claro lo que quiere ver y cuándo, antes de llegar al destino. También hay gente como yo que, salvo los monumentos o actividades más característicos del sitio al que vas, el resto me gusta descubrirlo sobre la marcha. Hay cosas que no verías nunca si no te las cuenta un oriundo del lugar. Puede salir mal. Sí, pero la aventura es la aventura.

En Origen

Lo dicho. Cuando planificamos las vacaciones, decidimos el lugar de destino, el medio de transporte e intentamos dejar resuelto el alojamiento. El proceso de decisión es muy dispar, pero en muchos casos nos apoyamos en la tecnología.

El destino puede ser elegido por muchos motivos. Hay sitios a los que decides por cualquier razón válida: está en tu lista de pendientes, buscas sitios con cultura, con historia o simplemente quieres descansar y buscas sol y playa.

Si no lo tienes claro, puedes ayudarte de blogs de viajeros que te den ideas, buscar opiniones de los lugares o te puedes basar en tu presupuesto y buscar herramientas como Google flights, que te da información de precios y lugares a los que podrías ir en función de un presupuesto.

Google flights

Si tienes un presupuesto de 100-130 € por billete, tal vez te dé igual ir a Milán, a Bolonia o a Munich.

El medio de transporte, te lo suele dar el destino elegido, puedo ir en coche, tren, avión, etc. Si no vas en coche, te puedes servir de comparadores que te proporcionen el mejor precio, el vuelo más barato o sin ser el más barato el que te proporcione más tranquilidad. Por ejemplo, si una compañía no supiera gestionar los turnos de vacaciones de sus pilotos, provocando cancelaciones de vuelos, ¿le fiarías tus maletas?
Lo mismo pasa con el alojamiento, hoteles, casas rurales, campings, apartamentos… podemos tener más o menos claro qué preferimos. Algo barato para poder estar más días, aunque me tenga que limpiar yo la habitación o, todo lo contrario, quiero vivir a cuerpo de rey, aunque sean sólo cinco días. Cada uno tiene sus manías, pero todos acabamos buscando opiniones o fotos y, sobre todo, buscando precios y comparando en las webs que te proporcionan todas estas ventajas juntas.

En destino

Como decía la principio, cuando vas a un lugar concreto, hay edificios, museos o sitios concretos que tienes claro que tienes que ver. ¿Quién va a a Granada y no ve la Alhambra? ¿Cómo puedes irte de Roma sin ver el Coliseum o de Madrid y no ver el Prado? Siempre hay algo que no te puedes perder. Aun así, normalmente en un destino turístico hay miles de cosas que se te escapan de las guías y sólo allí es donde las descubres.
La cuestión es cómo descubrirlas. llegas allí y en la entrada del hotel te encuentras un stand lleno de folletos. Muchos repetidos, otros desactualizados y sobre todo, con muy poca oferta. Puedes ir a una oficina de información turística, en la que preguntas, te dan info, pero no mucho más allá que lo que te ofrecen las guías. Además no te pueden recomendar cual es el mejor restaurante de la zona, ya que al ser un servicio público, no se pueden mojar.
Con estas informaciones, con páginas tipo TripAdvisor o el tan socorrido Google Maps. Vas buscando opiniones y sitios cercanos, pero tienes que tomar tú la iniciativa. Hay que filtrar por lo que te gusta o lo que no te gusta, pero le gusta a tus hijos y echarle tiempo para ver opiniones. Mucho tiempo buscando en las webs. Y yo me pregunto ¿Por qué tengo que tenemos que buscarlos nosotros? ¿La tecnología no me lo puede recomendar directamente?

¿Qué posibilidades existen?

Parafraseando a Quevedo y “Su hombre a una nariz pegado”, todos tenemos un móvil como extensión anatómica de nuestro cuerpo. Un teléfono que va con nosotros y está permanentemente conectado al mundo. No tengo que recordar que ya no hay roaming en Europa. Mi teléfono y yo, somos íntimos y me conoce, sabe mis gustos, donde me alojo, por donde me muevo. ¿Por qué no me puede aportar novedades?
Ya hay iniciativas implantadas de sistemas que facilitan las tareas a los turistas. Por ejemplo, en Palma de Mallorca,  hay una red wifi gratuita a la que se conectan los turistas. Los turistas salen beneficiados por tener conectividad y el Ayuntamiento, mediante esta conexión, es capaz de conocer el comportamiento de los turistas. Conocen por dónde hay más concentración de personas, cuánto tiempo están en una zona y cómo es el flujo de desplazamiento (sobre todo de los cruceristas). Esto, a su vez, permite hacerle sugerencias al turista de que si quiere ver la Catedral, por ejemplo, lo haga en el momento en el que sistema sabe que la afluencia de público en esa zona es menor.

Mallorca Wifi

Imagen obtenida de Mallorca Wifi

Esto está bien, pero ¿no sería posible que además pudiera recomendarte dónde ir  acomer, respecto a tus gustos y circunstancias? ¿No sería posible que directamente obtuviera la entrada o la reserva pagándola en el momento? En definitiva, ¿No sería posible que mi dispositivo móvil me convirtiera en un asistente personal en recomendaciones turísticas?

Turismo inteligente

En estos últimos años, la evolución tecnológica ha hecho que la interconexión de las “cosas” (IoT), el tratamiento y análisis de grandes volúmenes de datos y hasta el blockchain, proporcionen un sinfín de posibilidades a los turistas.
Big Data y la analítica de datos, permite conocer los patrones de comportamiento de los turistas. Si además somos capaces de segmentarlos, podemos conocer cómo se comportan los que viajan sólos, los que vienen en familia, los que viajan por placer o por negocio. Es más, una misma persona puede tener un segmento  (o perfil) diferente en cada viaje que haga.
BlockChain y los SmartContract podrían gestionar el alquiler de vehículos o de entradas a museos o actividades reservadas de forma desatendida.
Internet de las cosas permite gestionar la mensajería que pueden emitir sensores y dispositivos que nos ayuden a tomar decisiones en función del tiempo que haga en un lugar, el cupo disponible en una actividad, la aglomeración de gente que haya en un lugar destacable a visitar o el tráfico que haya para llegar a él.
La ventaja es que el estudio de todas estas variables se puede articular mediante plataformas que las gestionen y las hagan corresponder con los perfiles del turista, pudiendo ofrecerles alternativas adaptadas a sus gustos, disponibilidad y horarios.

Conclusión

Además del mencionado  Mallorca wifi, hay otras iniciativas que están naciendo y moviéndose en este sentido. Algunas están algo verdes, pero el camino se está andando y poco a poco se llegará a un producto que nos recomiende en el lugar y el momento apropiado la mejor experiencia de nuestras vidas en nuestro destino turístico.